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LECTURA 2 GRADO SEXTO

Tomado de: www.lablaa.org

Guía temática de economía
Grupos económicos de Colombia

Autores:
Banco de la República

GRUPOS ECONÓMICOS EN COLOMBIA

A lo largo de la historia de Colombia, los grupos económicos han tenido gran importancia para la economía nacional. Éstos han logrado importantes desarrollos en diversos sectores de la economía que los han llevado a ser protagonistas de la historia del país.

El siglo XX se caracterizó por la aparición de los grandes grupos económicos que existen actualmente. Empresarios como Alejandro Echavarria, Manuel Mejia Jaramillo, Carlos Ardila Lulle, Manuel Carvajal Sinisterra, Jimmy Mayer, Eduardo Santos, Hernando Caicedo Caicedo, Fernando Mazuera, Julio Mario Santo Domingo y Luis Carlos Sarmiento Angulo han dejado huella en sectores como las bebidas, la construcción, la industria editorial, la industria cafetera, entre otras.

En el país, los cuatro grupos económicos más destacados en la actualidad son:

  • Organización Ardilla Lulle: Su líder ha sido Carlos Ardilla Lulle. Sus inicios están relacionados con el mundo de las bebidas gaseosas; posteriormente incursionó en los negocios de la cerveza, los textiles, los medios de comunicación, la industria azucarera, entre otros. Actualmente, en el sector de las bebidas, hace presencia con Postobón (Gaseosas Posada Tobón S.A); en el sector agroindustrial con Incauca S.A, Ingenio Providencia S.A., Banamal S.A., Cipreses de Colombia S.A., Industrias Forestales Doña María Ltda, Sucromiles S.A., C.I.M. (Sociedad Comercializadora Internacional de Azucares y Mieles S.A.); en el sector textil con Coltejer (Compañía colombiana de tejidos), Textiles Rionegro y Cia. Ltda.; en el sector de comunicaciones con RCN radio, RCN televisión, Sonolux (Industria Electro Sonora S.A.); en el sector financiero con Coltefinanciera S.A.; y en otros sectores con Peldar S.A., Líquido Carbónico Colombiana S.A. LIQUID, Crown colombiana S.A, Los Coches (Distribuidora Los Coches La Sabana S.A)., Tapas la Libertad S.A, Iberplast (Industria Iberoamericana de Plásticos), Edinsa (Empresa de Distribuciones Industriales S.A). y Atlético Nacional de Medellín.

  • Grupo Santo Domingo: Liderado por Julio Mario Santo Domingo, este grupo económico tuvo sus inicios en los años 70 en la industria cervecera, en la cual, actualmente, tiene una posición predominante en el país con la cervecera Bavaria. Igualmente, posee una participación importante en industrias cerveceras de otros países latinoamericanos. Durante su historia, ha hecho presencia con empresas y organizaciones en distintos sectores como el financiero y de seguros con Bancoquia, Invercrédito y Colseguros, en el de transporte aéreo con Avianca, en el de las telecomunicaciones con Caracol, Celumovil y el Espectador, entre otros.

  • El Grupo Luis Carlos Sarmiento Angulo: Este grupo económico, liderado por Luis Carlos Sarmiento Angulo, tuvo sus inicios en el sector de la construcción; sin embargo, ha sido en el sector financiero ?con el Grupo Aval, conformado por los Bancos de Bogotá, Occidente y Popular y las corporaciones de ahorro y vivienda Ahorramás y las Villas? donde se ha consolidado como uno de los grupos económicos más importantes del país. Tiene, igualmente, participación en otros sectores como el de las pensiones y cesantías (Porvenir S.A), las telecomunicaciones (Cocelco), las fiduciarias (Fidubogotá), los seguros y el |leasing, el mercado de valores, etc.

  • El Sindicato Antioqueño: Surgió como resultado de un proceso de concentración de capital antioqueño para controlar amenazas provenientes de otros competidores. Su desarrollo se ha dado en sectores como el financiero, de seguros, la construcción, el comercio y, principalmente, en cementos y alimentos Sus negocios más importantes están representados en empresas como Suramericana, Cementos Argos, Noel - Zenú, Colcafé, Acerías Paz del Rio, Fabricato y Tejicondor, Cadenalco y la Compañía Nacional de Chocolates. Su expansión al sector financiero se produjo con la compra del Banco de Colombia, el cual, tras la fusión con el BIC, se convirtió en Bancolombia.

  • Fuentes consultadas

    Canal RCN, página de internet

    Grupo Aval, página de internet

    La nota, núm. 22, septiembre 14 al 28 de 1998.

    Revista Dinero, núm. 99, diciembre 17 de 1999.

    Revista Semana, núm. 783, mayo 5 al 12 de 1997.

    Revista Semana, núm. 988, abril 9 al 16 de 2001.

    LECTURA 1 GRADO SEXTO

    Tomado de: www.lablaa.org/blaavirtual/ayudadetareas/economia/econo53.htm

    SECTORES ECONÓMICOS

    Un sector es una parte de la actividad económica cuyos elementos tienen características comunes, guardan una unidad y se diferencian de otras agrupaciones.

    Para comenzar, se puede hacer una diferenciación entre los sectores económicos y los sectores de la economía.

    ¿Cuáles son los sectores de la economía? | [1]

    Según la división clásica, los sectores de la economía son:

    Sector primario o sector agropecuario.

    Sector secundario o sector Industrial.

    Sector terciario o sector de servicios.

  • Sector primario o agropecuario

  • Es el sector que obtiene el producto de sus actividades directamente de la naturaleza, sin ningún proceso de transformación. Dentro de este sector se encuentran la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la caza y la pesca. No se incluyen dentro de este sector a la minería y a la extracción de petróleo, las cuales se consideran parte del sector industrial.

  • Sector secundario o industrial

  • Comprende todas las actividades económicas de un país relacionadas con la transformación industrial de los alimentos y otros tipos de bienes o mercancías, los cuales se utilizan como base para la fabricación de nuevos productos.

    Se divide en dos sub-sectores: industrial extractivo e industrial de transformación:

  • Industrial extractivo: extracción minera y de petróleo.

  • Industrial de transformación: envasado de legumbres y frutas, embotellado de refrescos, fabricación de abonos y fertilizantes, vehículos, cementos, aparatos electrodomésticos, etc.

  • Sector terciario o de servicios

  • Incluye todas aquellas actividades que no producen una mercancía en sí, pero que son necesarias para el funcionamiento de la economía. Como ejemplos de ello tenemos el comercio, los restaurantes, los hoteles, el transporte, los servicios financieros, las comunicaciones, los servicios de educación, los servicios profesionales, el Gobierno, etc.

    Es indispensable aclarar que los dos primeros sectores producen bienes tangibles, por lo cual son considerados como sectores productivos. El tercer sector se considera no productivo puesto que no produce bienes tangibles pero, sin embargo, contribuye a la formación del ingreso nacional y del producto nacional.

    Aunque los sectores anteriormente indicados son aquellos que la teoría económica menciona como sectores de la economía, es común que las actividades económicas se diferencien aún más dependiendo de su especialización. Lo anterior da origen a los sectores económicos, los cuales son:

    1. Sector agropecuario: Corresponde al sector primario mencionado anteriormente.

    2. Sector de servicios: Corresponde al sector terciario mencionado anteriormente.

    3. Sector industrial: Corresponde al sector secundario mencionado anteriormente.

    4. Sector de transporte: Hace parte del sector terciario, e incluye transporte de carga, servicio de transporte público, transporte terrestre, aéreo, marítimo, etc.

    5. Sector de comercio: Hace parte del sector terciario de la economía, e incluye comercio al por mayor, minorista, centros comerciales, cámaras de comercio, |San Andresitos, plazas de mercado y, en general, a todos aquellos que se relacionan con la actividad de comercio de diversos productos a nivel nacional o internacional.

    6. Sector financiero: En este sector se incluyen todas aquellas organizaciones relacionadas con actividades bancarias y financieras, aseguradoras, fondos de pensiones y cesantías, fiduciarias, etc.

    7. Sector de la construcción: En este sector se incluyen las empresas y organizaciones relacionadas con la construcción, al igual que los arquitectos e ingenieros, las empresas productoras de materiales para la construcción, etc.

    8. Sector minero y energético: Se incluyen en él todas las empresas que se relacionan con la actividad minera y energética de cualquier tipo (extracción de carbón, esmeraldas, gas y petróleo; empresas generadoras de energía; etc.).

    9. Sector solidario: En este sector se incluyen las cooperativas, las cajas de compensación familiar, las empresas solidarias de salud, entre otras.

    10. Sector de comunicaciones: En este sector se incluyen todas las empresas y organizaciones relacionadas con los medios de comunicación como (telefonía fija y celular, empresas de publicidad, periódicos, editoriales, etc.).

    Más información complementaria sobre este tema se puede encontrar en los documentos |Banca , |Sector real de la economía , |Productos representativos de la economía colombiana y |Sistema financiero ,disponibles en la Biblioteca virtual de economía.

    Fuentes consultadas

    ¿Cuáles son los sectores de la economía?  , documento de la Biblioteca.

    Departamento Nacional de Planeación, |Lista de gremios empresariales colombianos, de cobertura nacional, según sector económico, año 2000



    [1] Tomado del documento ¿Cuáles son los sectores de la Economía?   de la Biblioteca Virtual de Economía

    LECTURA GRADO OCTAVO


    BOLETÍN DE HISTORIA Y ANTIGUEDADES. Vol. LXXXIX, No. 817, junio, 2002.

     

    LOS MASONES EN LOS LIBROS Y EN LA HISTORIA DE COLOMBIA

    Por: Martha Jeanet Sierra D.*

     Consultado en: http://www.lablaa.org/blaavirtual/historia/histcolom/masones.htm

     

    La historia de la masonería también tiene un espacio en la Biblioteca Luis Angel Arango: tanto en la colección general como en la Sala de Libros Raros y Manuscritos, se puede encontrar una extensa bibliografía sobre el tema, que incluye documentos muy curiosos que permiten conocer peculiaridades sobre esta sociedad secreta y su protagonismo en la historia.

     

    Preponderancia histórica

    La masonería constituyó un importante mecanismo de poder político, cuya influencia se reflejó en el triunfo de la revolución francesa, la independencia de las naciones americanas, la imposición de un sistema de gobierno republicano y democrático, la abolición de la esclavitud, y el gobierno de los nuevos países, ya que la mayoría de nuestros dirigentes 1 , especialmente los partidarios del liberalismo, fueron sus más caracterizados miembros. No obstante, la existencia de esta asociación ha sido bastante polémica, probablemente debido al carácter secreto de sus reuniones, a sus fundamentos ideológicos, a las pugnas que ha sostenido con la Iglesia Católica, y, obviamente, a su significativa injerencia en la política.

     

    Organización

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    El Aprendiz recibe la instrucción del Maestro de grado 33. (La cocina masónica, 1997).

    La masonería tiene sus raíces en el gremio de la construcción. Inicialmente las logias se conformaban por asociaciones de arquitectos, albañiles, canteros, etc. La palabra masón proviene del francés maçon, que significa albañil y es sinónimo de francmasón, palabra equivalente a obrero libre. Los símbolos de la masonería se inspiran en cosas e instrumentos relacionados con la arquitectura, como el compás y la escuadra, y sus ritos son heredados de tradiciones místicas de la Antigüedad y del medioevo. Los masones creen en Dios, considerado el Gran Arquitecto del Universo, pero sus integrantes pueden pertenecer a cualquier religión. En cada país su organización depende de una confederación denominada Gran Logia, la cual dirige las logias existentes en su territorio, cuyos miembros generalmente sólo admiten hombres –aunque en Europa existen algunas logias de mujeres– que se estratifican en un orden jerárquico: Aprendiz, Compañero y Maestro, según grados de práctica y conocimiento que van generalmente del grado 1 al 33; por ejemplo, en los tres primeros grados se aprende el simbolismo esencial de la masonería.

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    Símbolos masones del grado de Aprendiz. (Enciclopedia masónica, 1859).

    Cesáreo Rocha Ochoa en su artículo Masonería en Colombia2 , define la masonería como: “una asociación universal de carácter filosófico que practica la filantropía e inculca en sus miembros el ‘amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes’. Es una orden iniciática, es decir que se fundamenta en símbolos, leyendas y tradiciones que devienen de las antiguas iniciaciones, ritos y mitos (...). Tiene como emblema fundamental los principios enarbolados en la revolución francesa de Libertad, Igualdad y Fraternidad”.

     

     

     

    Orígenes

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    Vista general del Templo de Salomón. (El Templo de Salomón: Dios arquitecto, 1991)

    De acuerdo con la tradición masónica, el origen de la masonería antigua se remonta a la edificación del templo de Jerusalén (Templo de Salomón)3, aproximadamente 1012 años antes de Cristo. Al parecer, en esta época los arquitectos judíos y de Asia Menor ya tenían una forma muy particular de organizarse y conformaban la Fraternidad de Hermanos Dionisianos, asociación que tenía el privilegio exclusivo de erigir edificios públicos y que se basaba en el honor, el mutuo apoyo, los ritos simbólicos y la iniciación en los secretos de las ciencias y del arte de la construcción. La edificación del templo fue realizada por judíos y tirios, y encargada por Salomón a Hiram, arquitecto fenicio a quien –según la creencia– Dios le reveló los grandes secretos para construirlo de acuerdo con las leyes armónicas del universo. A propósito de esta edificación, la BLAA posee un bello facsímil del libro titulado El Templo de Salomón, publicado en Roma en 1596 y 1604, con base en las investigaciones de los jesuitas Juan Bautista Villalpando y Jerónimo de Prado; en este libro se explican detalladamente los pormenores sobre dicho monumento bíblico.

     

    El Siglo de las Luces

    La organización moderna de la masonería en Grandes Logias data de 1717, cuando en Inglaterra se estableció un nuevo concepto sobre la conformación de las logias admitiendo que éstas fueran integradas por obreros simbólicos, no necesariamente constructores, y su principal objetivo se transformó en la construcción de templos espirituales. Esta decisión fomentó el ingreso de los nobles a la masonería, con lo cual se fortaleció el poder de dicha asociación, a tal punto, que la expulsión de los jesuitas de las colonias americanas en 1767 fue en gran medida instigada por varios aristócratas adeptos a la masonería. Pedro Rodríguez, conde de Campomanes (fundador del Archivo General de Indias en Sevilla), y Pedro Pablo Abarca y de Bolea, décimo conde de Aranda, ambos masones, fueron los encargados de convencer al rey español Carlos III sobre los perjuicios económicos que generaba a la Corona el creciente poder de la Compañía de Jesús.

    Así mismo, hubo una estrecha relación entre la masonería y los grandes filósofos librepensadores de la Ilustración (Rousseau, Montesquieu, Voltaire, D’Alambert, etc.), tanto que los ideales proclamados en la Revolución Francesa y los objetivos humanistas adoptados por la masonería son los mismos: “Libertad, Igualdad y Fraternidad”. Además, gracias a las logias y sus movimientos secretos, los líderes de la revolución lograron derrocar la monarquía francesa en 1789.

    La masonería llegó a América en el siglo XVIII y desempeñó un importante papel en los movimientos de independencia. La primera logia de los Estados Unidos se fundó en 1733 en Boston, con el nombre de Gran Logia Providencial de Massachusetts. Igualmente se crearon logias en Centroamérica y en el Caribe. El foco de la revolución estadounidense fue la logia de San Andrés (Boston) a la cual pertenecía Benjamin Franklin 4 . George Washington, prócer y primer presidente de los Estados Unidos, ingresó a la masonería en 1752, y en 1788 fue nombrado venerable Maestro de la Logia Alexandría Número 22. Su gran colaborador, el general francés marqués de Lafayette, al igual que Tomas Jefferson, también era masón. En los ejércitos patriotas norteamericanos se formaron logias masónicas ambulantes de militares, conformadas por oficiales, y de los 29 generales principales de los ejércitos del general Washington, 20 de ellos eran masones. Por esta razón, en los dólares americanos se estamparon símbolos de la masonería como el triángulo y el ojo que representa la mirada de Dios observando nuestros actos.

     

    Próceres y masones en Colombia

    Respecto a la participación de la masonería en la independencia de América, en la BLAA se encuentran los libros del historiador Américo Carnicelli 5 , quien por su vinculación masónica tuvo acceso directo a los archivos de esta asociación y aclara muchas dudas sobre el tema. Según este autor, la masonería se instauró en Colombia en 1793, cuando Antonio Nariño y el médico Luis de Rieux, masón francés, fundaron en Santafé la primera sociedad secreta el “Arcano Sublime de la Filantropía” con el fin de difundir en el Nuevo Reino de Granada las ideas de libertad y justicia social que proclamaba la confraternidad masónica universal. Las reuniones se realizaban en casa de Nariño encubiertas como tertulias literarias. A causa de la publicación de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, Nariño fue encarcelado y conducido a la Habana y luego a Cádiz, de donde sus amigos masones le ayudaron a fugarse con identidad falsa hacia Madrid y luego hacia París. En esta ciudad asistió a diversas reuniones de las logias francesas y conoció a Francisco de Miranda, el gran ideólogo de la Independencia y de la conformación de la Gran Colombia, también masón.

    En 1797, Francisco de Miranda fundó en Londres la “Gran Logia de la Reunión Americana”, de la cual fue nombrado Gran Maestro, y que posteriormente tendría filiales en París, Madrid, Cádiz, Caracas y Buenos Aires. Esta Gran Logia fue luego disuelta por Miranda y reorganizada con el nombre de “Gran Logia Regional Americana de Londres”, con sede en su casa de Grafton Street. En esta logia se iniciaron los principales próceres y colaboradores de la independencia americana: Bernardo O’Higgins, José Manuel Carrera, Juan Martínez de Rosas, Gregorio Argomedo, Juan Antonio Rojas, José de San Martín, José María Zapiola, Carlos María Alvear, Bernardo Monteagudo y Mariano Moreno, (fundadores de la logia “Lautaro” en 1811, en Buenos Aires); además, Andrés Bello, Luis López Méndez, Simón Bolívar, José María Vergara Lozano, Vicente Rocafuerte, Carlos de Montúfar, entre otros.

     

    La Colombia republicana

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    Discreto aviso que convoca a las reuniones de la Logia fundada por Santander, con el pretexto de ofrecer clases de idiomas. (Gazeta de Santafé de Bogotá, 2 de enero de 1820)

    La primera logia en la república de Colombia fue fundada en Bogotá en enero de 1820 por el General Francisco de Paula Santander, vicepresidente encargado del poder ejecutivo del Estado de Cundinamarca. Por esta época, Bolívar y Santander eran hermanos masones; sin embargo, a raíz de las grandes crisis de poder que dividieron a los dos próceres y que condujeron a la llamada conspiración septembrina, en 1828. En noviembre del mismo año, Simón Bolívar decretó la prohibición de “todas las asociaciones o confraternidades secretas”, ya que en las reuniones de la Sociedad Filológica de Bogotá fue donde se gestó la conspiración por parte de un grupo de masones seguidores de Santander, como Luis Vargas Tejada, Ezequiel Rojas, Mariano Ospina Rodríguez.

    En 1833, después de la muerte de Bolívar (1830), al parecer debida a una tuberculosis pulmonar, y en el gobierno de Santander, se fundó en Cartagena el Supremo Consejo Neogranadino del grado 33, y bajo su protección se fueron fundando las más importantes logias del país, a las cuales estuvieron vinculados muchos de los personajes más sobresalientes de Colombia durante el siglo XIX, tanto en lo político como en lo económico y cultural, e incluso algunos frailes católicos. Como ejemplo se pueden citar los siguientes miembros de la Logia Estrella del Tequendama: José María Samper y Agudelo, Salvador Camacho Roldán, Jorge Isaacs, (quien además fue miembro fundador de la Logia Aurora del Cauca en Cali), César Conto, José Manuel Marroquín, Ezequiel Uricoechea, José María Vergara y Vergara, Diego Fallón, Ricardo Carrasquilla, el General José María Melo, entre otros. También pertenecieron a la masonería el General Joaquín París, Carlos Soublette, Tomás Cipriano de Mosquera, y Pedro Alcántara Herrán.

    Uno de los fondos más interesantes de la BLAA es precisamente el Archivo de la Logia del Supremo Consejo Neogradino de Cartagena, que contiene actas de varias tenidas (reuniones), estatutos y códigos de leyes de algunas logias, diplomas otorgados a sus miembros, además de correspondencia diversa que perteneció a Américo Carnicelli.

     

    * Licenciada en Filosofía y Letras, encargada de la Sala de Libros Raros y Manuscritos de la Biblioteca Luis Angel Arango. (Nota: las opiniones aquí expresadas son de responsabilidad exclusiva de la autora).

    1Hoenigsberg, Julio. Síntesis histórica de los masones que han sido presidentes de Colombia. Barranquilla, 1946.

    2 Fiesta y nación en Colombia. Bogotá, 1998.

    3 Umbert Santos, Luis. Historia de la masonería. México, 1972.

    4 Ferrer Benimeli, J. A. Masonería española y América. Zaragoza, 1993.

    5 Carnicelli, Américo. La masonería en la independencia de América. Bogotá, 1970.

    LECTURA GRADO DÉCIMO

     

    Frente Nacional
    Acuerdo bipartidista y alternación en el poder.
    Por: César Augusto Ayala Diago.

    Consultado en: www.lablaa.org/blaavirtual/revistas/credencial/noviembre1999/119frente.htm

    Tomado de: Revista Credencial Historia.
    (Bogotá - Colombia). Noviembre 1999. No. 119

    La fórmula militar de gobierno (1953-1958), utilizada por las élites de los partidos tradicionales para superar la ingobernabilidad del país expresada en la violencia política de los años 40 y 50, produjo, aunque con alta dosis de dramatismo, el Frente Nacional. Una serie de pactos anteriores al plebiscito de diciembre de 1957, y reformas posteriores constituyeron la legitimación constitucional de los dos partidos tradicionales como los únicos para gobernar alternativamente el país entre 1958 y 1974.

    En sus orígenes, el Frente Nacional no cubrió la totalidad de ambos partidos. Sólo los lleristas en el liberalismo y los laureanistas en el conservatismo fueron los socios. Las demás fracciones, históricas por demás, no harían parte del acuerdo. Podrían hacerlo en la medida en que electoralmente fueran desplazando a las originarias. Así sucedió cuando el ospino-alzamiento derrotó al laureanismo en las elecciones de 1960, convirtiéndose hasta el final en socio mayor del liberalismo frentenacionalista. Tomarse el partido liberal y llevar la vocería dentro de la coalición eran las aspiraciones del Movimiento Revolucionario Liberal, MRL.

    El Frente Nacional activó la vida política del país, pero por exclusión. Al ser una negociación entre unos liberales y unos conservadores que pretendían gobernar solos, los excluidos, curtidos políticos formados a lo largo del siglo, no se dejaron arrinconar y respondieron reanimando la política nacional con elevado instinto de conservación. La oposición fue proscrita. Incluso la conciliadora (o legal) que no iba más allá de reponer rectificaciones al nuevo sistema político. Más que excluyentes, los distintos gobiernos del Frente Nacional mostraron una concepción estrecha e individual en el manejo del poder. No se trató de la conversación del bipartidismo en unipartidismo, simplemente la habilidad de los coligados por sacar los mejores frutos del pacto, extirpó las alternativas disidentes que se oponían a la imposición del modelo liberal de desarrollo.

    El reconocimiento de la oposición se dio tan solo en dejar actuar a sus voceros elegidos en los cuerpos legislativos, pero no en las demás instituciones del Estado. En vez de ampliar el espectro del sistema de partidos, los frentenacionalistas optaron, más que por la realización, por la absorción de los programas de los movimientos de oposición. Se desaprovechó la conformación de un sistema de partidos diversificado que habría servido para jalonar el desarrollo político del país. Existían para ello todas las condiciones. En 1965, por ejemplo, movilizaban sus ideas dos sectores bastante diferenciados del Movimiento Revolucionario Liberal MRL: la línea blanda que regresaba al liberalismo y la línea dura que propugnaba por convertirse en partido independiente; la Alianza Nacional Popular, ANAPO, que aunque ganaba elecciones interviniendo incluso como agrupación bipartidista, no se le reconocían sus derechos; el Movimiento Democrático Nacional, MDN, que condensaba los ímpetus nacionalistas de toda procedencia; la Democracia Cristiana, salida del conservatismo para promover de manera independiente las tesis de los partidos demócrata-cristianos europeos y latinoamericanos; el Frente Unido, un intento de unir la izquierda nacional radical; el Partido Comunista; dos organizaciones guerrilleras: el Ejército de Liberación Nacional, ELN, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, entre otros.

    Más que el conservatismo, el proyecto frentenacionalista favoreció al liberalismo. Aspirando a culminar el frustrado proceso de los años treinta, sus mentores del lado liberal impusieron al adversario el discurso de los nuevos tiempos. Los conservadores empezaron a imitarlo como su única posibilidad de permanecer en la circulación política. Aunque no desaparece, el conservatismo se ve obligado a moverse de un terreno abonado para tesis que no eran las suyas. Se adapta, por supuesto, pero el espacio ya no le corresponde. Otra simbología desplegará después del experimento frentenacionalista: los movimientos nacionales o cívicos, bandera con matices rojos primero y multicolores después.

    Aunque el acuerdo bipartidista ocultaba las naturales pujas internas por el poder político en Colombia, los liberales se quedaron con la victoria definitiva. Esa fue la más grande de las consecuencias del Frente Nacional. Pero fue una victoria pírrica, porque no reflejó una sintonía real entre los colombianos y el sistema político implantado. Posiblemente el Frente Nacional fue un remedio a la violencia bipartidista de las décadas anteriores, pero produjo enfermedades peores: violencia social, represión selectiva, exclusión, desintegración, corrupción, un país a medio camino y un pueblo desilusionado.